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Aventura en el Amazonas

Reportando desde el corazón de la selva

En el 2018 nuestros amigos de la Fundación Entrópika llamaron a SeñorLópez para que les diéramos una mano en la co-creación de marca de un proyecto de turismo comunitario en el Amazonas Colombiano, y claro, ¡nos metimos de lleno! Nos emocionó mucho poner nuestra experiencia, corazón y talento al servicio de comunidades que iban a emprender un nuevo reto: cambiar su modo de vida de una economía extractiva a una de conservación natural. Para este proyecto decidimos donar nuestro trabajo y así aportar al desarrollo de las comunidades y la conservación de sus territorios.

Sabíamos que era indispensable escuchar a las comunidades, dejarnos guiar por ellas y sobretodo entender cómo querían comunicar su proyecto. Por eso, viajamos al corazón del Amazonas para tener sesiones de cocreación, trabajar en la estructura de la arquitectura de marca y definir el ADN de la marca principal, para poder comunicar sus proyectos de turismo.

Nos pusimos manos a la obra y armamos un equipo interdisciplinar: diseñadores, fotógrafos y sociólogos. Esto es fundamental en procesos de co-creación, pues permite que diferentes puntos de vista enriquezcan notablemente el resultado del proceso. SeñorLópez se montó en el avión con la emoción de conocer un destino nuevo, ver un paisaje diferente y enriquecerse a nivel multi-cultural.

Cuando íbamos llegando a Leticia en el avión, fue muy conmovedor ver la grandeza de la selva Amazónica a través de las ventanillas. Se extendía un tapete verde y vasto, una selva densa y rica que parecía infinita. Esto nos hizo reflexionar y ahí entendimos por qué algunas personas piensan que talar algunas partes no hará mayor daño, pues parece que fuera imposible acabarla. A medida que el avión se acercaba más a Leticia, se empezaban a ver parches de selva talada, y fue evidente notar, que sí se puede acabar la riqueza de este tapete verde rápidamente.

Fuimos muy afortunados al hospedarnos en la estación de investigación del Parque Nacional Natural Amacayacu. Para poder llegar allí, primero tuvimos que emprender un viaje en bote y pasamos a conocer las comunidades que participarían al final de la semana en el taller estratégico de co-creación de marca. ¡Qué emoción!

Llegamos al puerto fluvial de Leticia y vimos por primera vez el gran río Amazonas. Al empezar a navegar, a las 7:40 de la mañana, nos sentíamos en otro mundo. Es cierto que habíamos escuchado que es el río más ancho del mundo, pero verlo con nuestros propios ojos es otra cosa. ¡Parecía un mar! Antes de salir, pasamos por una estación de gasolina que estaba sobre el agua.

Después de aproximadamente 1 hora y media navegando, llegamos a una pequeña salida del río Amazonas, íbamos a entrar a la comunidad de Chinería. Ahora teníamos que disminuir la velocidad, no se veía el agua porque estaba toda cubierta de unas plantas acuáticas verde limón. Parecía un sueño. El bote iba abriendo camino y las plantas se reacomodaban, borrando nuestro paso por el manto verde en el que navegábamos. De lado y lado se veían árboles y algunos pájaros que volaban a nuestro paso. Entre el verde limón de las hojas sobre el agua, también se veían algunas flores de pétalos morados.

Conociendo a las comunidades
Chinería

Al llegar a Chinería nos encontramos con 8 miembros del proyecto de turismo comunitario. Tuvimos la oportunidad de compartir con ellos, conocerlos y explicarles acerca del taller que tendríamos al final de la semana. Juan Barnales, Wilson Paima y Juan Linares; miembros del proyecto, nos llevaron a conocer los puntos de interés turístico. Teníamos la misión de tomar fotos y videos con nuestro drone, mientras otros miembros de SeñorLópez tomaban fotos con diferentes equipos fotográficos. Nuestro objetivo era poder recolectar todo el material audiovisual posible para crear las piezas de difusión del proyecto.

Primero decidimos tomar fotos de la comunidad y su gente. Antes de encender el drone, los adultos llamaron a los niños para que pudieran ver el aparato y las tomas que hacíamos. Los niños estaban muy emocionados y se agruparon alrededor de la pantalla, la bajamos lo más que pudimos, para que todos la pudieran ver. Eran tantos niños que una de las mamás se reía diciendo “que iban a ahogar al piloto”. Para finalizar las tomas con nuestros curiosos acompañantes, nos acostamos todos en el suelo de la cancha de fútbol de la comunidad y saludamos mientras se iba el drone.

Luego salimos hacia los senderos turísticos y nos bajamos del bote a caminar. A medida que nos adentrábamos en la selva, íbamos acumulando una nube personal de mosquitos (y picaduras). Caminamos mucho en medio de paisajes increíbles, buscábamos llegar a una cocha (laguito) en donde la comunidad de Chinería quería montar un campamento para turistas aventureros. La selva estaba llena de sonidos, chicharras, aves, hojas que se mueven en lo alto y nuestros pasos sobre las hojas secas que cubren el suelo, parecía una banda sonora. Había árboles enormes, gruesos, flacos, con espinas, lisos. En la selva, en la naturaleza, parece que no hace falta nada más. Se es feliz en medio de la paz que se respira. Llegamos a la cocha y tomamos algunas fotos. Era un lugar realmente impresionante y bonito, como un buen dibujo que se guarda en la memoria.

Vista Alegre

Después de conocer los lugares cercanos a Chinería, salimos rumbo a la segunda comunidad que participaría en el proyecto: Vista Alegre. Navegamos un par de horas por el río Amazonas y al llegar tuvimos la fortuna de almorzar en la casa de una de las mujeres miembro de la asociación turística: Doña Neiva. Después del almuerzo hicimos un corto recorrido por la comunidad y tuvimos una reunión en donde nos explicaron su idea de proyecto y nosotros les contamos qué haríamos en el taller del fin de semana. Como ya estaba atardeciendo, decidimos hacer los recorridos por Vista Alegre para la toma de fotos al día siguiente, pues esta comunidad estaba más cerca al lugar en donde nos hospedaríamos. Nos despedimos y salimos hacia la estación de investigación del PNN Amacayacu. Antes, en este Parque Nacional había un sector para turistas, pero en el 2012 se inundó y lo abandonaron. Ahora están trabajando para reabrir sus instalaciones.

Al día siguiente regresamos a Vista Alegre con todos nuestros equipos para poder recorrer los senderos turísticos y tomar las fotos y videos que necesitábamos. Enoc y Aníbal; miembros del proyecto de turismo, fueron nuestros anfitriones y nos guiaron por lugares increíbles para explorar el Amazonas. Primero nos adentramos en una salida del río Amazonas en donde se escuchaba la selva y el clima estaba fresco porque aún era temprano. Entramos un poco más por una quebrada y logramos ver algunas aves espectaculares. Después Aníbal y Enoc nos dijeron que había monos, así que apagaron el motor y los buscamos. Eran monos frailes, también se les dice monos ardilla, iban saltando y comiendo entre los árboles.

Al retomar el recorrido, llegamos a un punto en donde nos bajamos del bote para caminar entre la selva (siempre es y será increíble caminar en la selva amazónica). Aníbal y Enoc fueron guías excepcionales y muy buenos conversadores. Nos guiaron para encontrar diferentes animales, incluso un tronco enorme que los murciélagos utilizaban como cueva.

En SeñorLópez habíamos vivido una experiencia inolvidable. Ahora estábamos listos para hacer el taller comunitario al día siguiente y escuchar las perspectivas de cada uno de los miembros de los proyectos turísticos.

Taller de cocreación

El día que realizamos el taller fue muy gratificante ver la participación de las comunidades de Chinería y Vista Alegre. Entre ellos mismos, decidieron dividirse en grupos y a su vez en sub grupos de mujeres y hombres, para que todos pudieran expresarse con tranquilidad.

Los miembros de nuestro equipo se dividieron en cada uno de los grupos para poder facilitar las actividades que teníamos como herramienta para obtener información que después nos permitiera realizar la planeación estratégica del branding que debíamos hacer. El objetivo siempre fue escuchar cómo ellos querían presentarse, ser percibidos y lo que querían compartir con los viajeros. El eje se desarrolló alrededor de cómo conservar la naturaleza permite que las comunidades y sus entornos tengan un mayor bienestar. Durante el taller pudimos conocer sus perspectivas, ideas, sueños y planes. Después de este espacio almorzamos todos juntos e hicimos otro recorrido por la comunidad. Tomamos fotos y volamos nuevamente el drone, y esta vez, como en Chinería, los niños salieron emocionados a acompañarnos.

Después de pasar días increíbles en la selva amazónica llegamos a Bogotá llenos de inspiración y ganas para trabajar en el proyecto. La aventura de visitar el Amazonas se quedó para siempre en el corazón de SeñorLópez. Trabajar en proyectos que buscan el bienestar de las comunidades fue inolvidable. Es muy gratificante ver que el trabajo que podemos hacer desde el diseño es relevante y trascendente y que puede llevarnos a conectarnos con otras realidades y conocer personas increíbles en el proceso. 4 años después, el proyecto turístico sigue funcionando, y cada vez se va fortaleciendo más y más.

Si quieres conocer más sobre los resultados de este proyecto, la creación de nombre y sistema visual, puedes hacer clic aquí. Para visitar la página web de Innative, haz clic aquí.